"Miles de
personas han sobrevivido sin amor; ninguna sin agua". W.H.Auden.
¿Podrías imaginar
cómo sería tu vida si no tuvieras acceso
al elemento vital más valioso para la humanidad? Una historia sobre la manera
en que dos mujeres administraban su dinero, se asemeja mucho a la manera en que
el ser humano administra el agua:
En una comunidad
de clase media, donde habitaban pocas familias, había dos mujeres amas de casa,
los esposos de ambas trabajaban en la misma empresa, ganando un sueldo similar,
una tenía tres hijos y la otra tenía dos.
Los tres hijos de
la primera, cada semana salían a pasear al cine, al parque de diversiones o al
centro comercial; tenían los juguetes más sofisticados y siempre andaban muy
bien vestidos.
Los dos hijos de
la segunda, cada semana salían a correr al parque, a visitar a sus amigos
o familia o hacían manualidades en casa,
jugaban con su imaginación creando historias y haciéndolas realidad y los dos
tenían solamente dos cambios de ropa aparte del uniforme de la escuela.
La primera
familia salía a cenar fuera de casa mientras que la segunda siempre tenía algo
que preparar; la primera cambiaba el auto cada dos años mientras que la segunda
jamás necesitó uno.
Un día, la
empresa en que trabajaban los esposos, se vio en la necesidad de cerrar,
despidió a todos sus empleados.
La situación fue
critica para la primera familia, desperdiciaron todos sus recursos, no tenían
que comer ni que vestir ni alguna esperanza de ingresos. A diferencia de ellos,
la segunda familia, hizo algo inteligente, tenían una buena cantidad de dinero
ahorrado, con lo que compraron algunos animales y sembraron alimentos para
sobrevivir.
La capacidad de
adaptación de estas dos familias fue muy diferente, ya que utilizaron de manera
distinta uno de sus recursos más importantes, el dinero.
Si comparamos el
dinero con el agua, podremos ver que no tenemos tanta fortuna, el dinero puede
conseguirse de una u otra forma, el agua no, es un recurso único. Otra mala
noticia, ninguno de nosotros somos como la mujer organizada, la mayoría somos
la mujer que despilfarraba el dinero en comodidades y lujos.
Y la peor de las
noticias: cuando “despidan a nuestros esposos”, es decir, no haya más agua, será
demasiado tarde para “conseguir animales y sembrar alimentos” no hay manera de
recuperar lo que ya perdimos, no podremos conseguir más agua.
Seamos como la
mujer organizada, tenemos el recurso al alcance de nuestras manos, hay que
saber qué hacer con él, no es dinero, es agua, es nuestra vida la que está en
juego. Si todos usáramos el agua solamente para lo indispensable: bañarnos en
menos de tres minutos, reciclar el agua (si está sucia, para regar las plantas)
reparar las goteras, cerrar la llave mientras nos cepillamos los dientes, lavar
los trastes en una tina y no bajo la llave, lavar el carro con cubeta y esponja
en lugar de manguera, no jugar con agua; eso significaría” cuidar el dinero”
hacer rendir el agua para que no se termine y poder hacer uso de ella de manera
responsable.
Somos millonarios
sin darnos cuenta; tenemos nuestro recurso vital al alcance de una llave,
países como Somalia, Mauritania, Sudan, Nigeria, Iraq, Uzbekistán, Pakistán,
Egipto, Turkmenistán y Siria entre mucho otros se encuentran en extrema escasez
de agua, y casualmente, también en extrema pobreza, ¿tendrá algo que ver? Claro,no
hay desarrollo en un país si no hay agua.
Al parecer el 1%
de agua destinada para el uso del ser humano, debería ser protegido como lo más
valioso, incluso más que el dinero; seamos conscientes de que estaremos
solamente un periodo de tiempo habitando este planeta, pero seremos
responsables de los desastres y crisis que afectaran a nuestras generaciones
futuras.
Equipo 3
Darianna Moran
Monzón
Joanna Cantú
Villarreal
Estefanía Chaires
Ulloa
Karina Pérez
Molina
Gladys Vázquez de
la Rosa
Pablo Victorino
Assad Juan
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