Berenice Zavala Salazar
Brenda Priscila Rodríguez Ponce de León
Ana Rodríguez Alanís
Omar Andrés Sánchez Hernández
Hace un año,
aproximadamente, comenzó la construcción del estadio para el club de futbol
Monterrey, en el antiguo estacionamiento del parque La Pastora, contiguo al
Bosque Mágico y el parque La Pastora. Hoy, grandes montones de arena decoran la
entrada de las casas cercanas, su comedor, su cocina, incluso su baño. Al
respirar, puede sentirse la tierra mezclada con el aire que nos mantiene vivos.
¿Cómo sé todo esto? Lo sé porque vivo a cinco minutos caminando del dichoso
coloso de cemento, he sido testigo de la belleza natural que el parque La
Pastora nos regaló en sus mejores tiempos, los paseos del kínder o la primaria,
las salidas de los domingos, el aroma tenue y único de los árboles. En esos
años, el parque La Pastora se encontraba en buenas condiciones, los animales
estaban bien alimentados, los árboles, los arroyos y veneros que ahí nacen, nos
ofrecían un espectáculo natural sorprendente después de cada lluvia. Los
vecinos utilizaban el agua que escurría de uno de los veneros más grandes del
río, se encontraba casi enfrente del ITNL, el agua escurría dos o tres días
después de llover, los vecinos lavaban sus coches, los niños se metían al agua
cristalina para refrescarse, se reutilizaba esa agua pura en beneficioso de
nosotros: la comunidad.
¿Por qué los terrenos
del parque La Pastora y no otro? Como mencioné líneas arriba, los terrenos del
parque La Pastora están repletos de veneros, agua pura, transparente, GRATIS.
Agua que ha sido captada en grandes tuberías. ¿Y Heineken, para qué quiere el
agua? La respuesta es evidente, Heineken es una empresa neerlandesa que compró
gran parte de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, esta empresa Internacional
decidió comprar aquí, decidió construir un estadio en terrenos de un parque
ecológico porque en su país de origen, donde cuentan con sus fábricas, el agua
se les estaba siendo vendida a grandes costos, esto, debido a la gran crisis de
agua que existe en nuestro planeta. Esta situación no era conveniente para
Heineken, por eso la decisión de comprar en México, en Nuevo León, en construir
un estadio donde “casualmente” el terreno está bendito con veneros de agua
dulce. Esta agua que ya fue captada por ellos mismos, está siendo utilizada
para la fabricación de cervezas, y bebidas de Coca- Cola. Agua que fue regalada
por los gobiernos municipales y estatales al cederles el terreno para la
construcción del coloso de cemento.
Hoy, cada temporada de
lluvia, ya no escurre agua. Los árboles del gran espacio verde están secos, por
la avenida Matancillas, podemos ser testigos de esto, inclusive son tan
descarados al dejar ahí, al descubierto, los troncos de los árboles que ya han
sido talados o los que, debido a la falta de agua se han caído. Árboles
centenarios, árboles que nos regalaban oxígeno, hoy son pedazos de tronco,
unidos con un mecate, puestos a la vista de todos. De nada sirvieron las
protestas de los vecinos, incluyéndome, los oficios y firmas recolectadas
durante años, para que fuéramos escuchados, las denuncias a las televisoras
locales, que también fueron compradas, un ejemplo de ellos: Roberto Hernández
Jr, que con sus comentarios en el programa “fútbol al día”, sirvió de pelele a
Heineken, desprestigiando la labor de lucha y denuncia de los ecologistas y
activistas en pro del parque La Pastora.
Esta empresa cervecera
y este gobierno dictador, se aprovecharon de la ignorancia y apatía de la mayor
parte de los guadalupenses, y lograron así su objetivo. Un coloso de cemento ha
matado los veneros, en unos años más, un estacionamiento será construido en el
gran espacio verde del parque, los animales serán reinstalados a otro parque, y
el oxigeno de Guadalupe, la corriente de aire puro de Nuevo León, será
consumida por el oxígeno de Heineken: cemento y dinero.
Parque La Pastora ANTES de Heineken / Parque La Pastora DESPUÉS de Heineken
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