miércoles, 15 de mayo de 2013

El oxígeno de Heineken

Equipo 1

Berenice Zavala Salazar
Brenda Priscila Rodríguez Ponce de León
Ana Rodríguez Alanís
Omar Andrés Sánchez Hernández 

 
Hace un año, aproximadamente, comenzó la construcción del estadio para el club de futbol Monterrey, en el antiguo estacionamiento del parque La Pastora, contiguo al Bosque Mágico y el parque La Pastora. Hoy, grandes montones de arena decoran la entrada de las casas cercanas, su comedor, su cocina, incluso su baño. Al respirar, puede sentirse la tierra mezclada con el aire que nos mantiene vivos. ¿Cómo sé todo esto? Lo sé porque vivo a cinco minutos caminando del dichoso coloso de cemento, he sido testigo de la belleza natural que el parque La Pastora nos regaló en sus mejores tiempos, los paseos del kínder o la primaria, las salidas de los domingos, el aroma tenue y único de los árboles. En esos años, el parque La Pastora se encontraba en buenas condiciones, los animales estaban bien alimentados, los árboles, los arroyos y veneros que ahí nacen, nos ofrecían un espectáculo natural sorprendente después de cada lluvia. Los vecinos utilizaban el agua que escurría de uno de los veneros más grandes del río, se encontraba casi enfrente del ITNL, el agua escurría dos o tres días después de llover, los vecinos lavaban sus coches, los niños se metían al agua cristalina para refrescarse, se reutilizaba esa agua pura en beneficioso de nosotros: la comunidad.
Los veneros no se contaminaban, se respetaba el agua, los árboles del parque La Pastora, los animales que ahí habitaban. Hace siete años que el municipio abandonó el parque. Las condiciones en que vivían los animales eran deplorables, los árboles y la maleza del espacio abandonado del parque, cerca de la avenida las Américas, casi llegando al Gigante, hoy Soriana, comenzaron a crecer juntos, a convertirse en un espacio inundado de árboles, y hierbas de todo tipo. Los vecinos levantamos un oficio y fuimos con el alcalde para que solucionara esto, nadie nos escuchó, ni Cristina Díaz, ni Ivonne Álvarez. Hace tres años llegó la noticia oficial: se construiría un estadio en los terrenos del parque La Pastora. He aquí el por qué del abandono del parque. Una decisión premeditada, sin tomarnos en cuenta a nosotros, los vecinos, el gobierno municipal, coludido con el gobierno estatal, entregaron terrenos que nos pertenecían a nosotros: la comunidad, los ciudadanos. Un parque verde, el último pulmón de Guadalupe, está siendo asesinado por ellos: un gobierno dictador y una empresa cervecera, guiados por la avaricia y la palabra DINERO.
¿Por qué los terrenos del parque La Pastora y no otro? Como mencioné líneas arriba, los terrenos del parque La Pastora están repletos de veneros, agua pura, transparente, GRATIS. Agua que ha sido captada en grandes tuberías. ¿Y Heineken, para qué quiere el agua? La respuesta es evidente, Heineken es una empresa neerlandesa que compró gran parte de Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma, esta empresa Internacional decidió comprar aquí, decidió construir un estadio en terrenos de un parque ecológico porque en su país de origen, donde cuentan con sus fábricas, el agua se les estaba siendo vendida a grandes costos, esto, debido a la gran crisis de agua que existe en nuestro planeta. Esta situación no era conveniente para Heineken, por eso la decisión de comprar en México, en Nuevo León, en construir un estadio donde “casualmente” el terreno está bendito con veneros de agua dulce. Esta agua que ya fue captada por ellos mismos, está siendo utilizada para la fabricación de cervezas, y bebidas de Coca- Cola. Agua que fue regalada por los gobiernos municipales y estatales al cederles el terreno para la construcción del coloso de cemento.
Hoy, cada temporada de lluvia, ya no escurre agua. Los árboles del gran espacio verde están secos, por la avenida Matancillas, podemos ser testigos de esto, inclusive son tan descarados al dejar ahí, al descubierto, los troncos de los árboles que ya han sido talados o los que, debido a la falta de agua se han caído. Árboles centenarios, árboles que nos regalaban oxígeno, hoy son pedazos de tronco, unidos con un mecate, puestos a la vista de todos. De nada sirvieron las protestas de los vecinos, incluyéndome, los oficios y firmas recolectadas durante años, para que fuéramos escuchados, las denuncias a las televisoras locales, que también fueron compradas, un ejemplo de ellos: Roberto Hernández Jr, que con sus comentarios en el programa “fútbol al día”, sirvió de pelele a Heineken, desprestigiando la labor de lucha y denuncia de los ecologistas y activistas en pro del parque La Pastora.
Esta empresa cervecera y este gobierno dictador, se aprovecharon de la ignorancia y apatía de la mayor parte de los guadalupenses, y lograron así su objetivo. Un coloso de cemento ha matado los veneros, en unos años más, un estacionamiento será construido en el gran espacio verde del parque, los animales serán reinstalados a otro parque, y el oxigeno de Guadalupe, la corriente de aire puro de Nuevo León, será consumida por el oxígeno de Heineken: cemento y dinero.
Parque La Pastora ANTES de Heineken / Parque La Pastora DESPUÉS de Heineken

1 comentario: