Equipo 1
Berenice Zavala
Brenda Priscila Rodríguez
Ponce de León
Ana Rodríguez Alanís
Omar Andrés Sánchez
Hernández
La
vida ecológica en manos jóvenes.
Un simple pensamiento,
conlleva a un acto, un acto repetido termina produciendo un hábito, y un hábito
prolongado se apega al carácter de una persona definiéndola algún día como
parte de su destino inimaginable.
Nosotros, los seres humanos,
somos como titiriteros controlando en mano un planeta en total estado de
masacre, producida por una visión egoísta desde nuestros primeros pasos hasta
nuestra inevitable muerte, y como claro ejemplo de ello uno puede retomar una y
otra vez el tema de los cambios de
temperatura, puesto que tanto ha sido la contaminación global que claramente
nos damos cuenta como estos cambios se presentan en las mismas condiciones del
clima.
“¿Qué paso? ¿Qué paso, con
aquella capa de ozono inmensamente maravillosa?” dirán algún día los desgraciados ignorantes, reflexionando el
hecho de que son protagonistas indiscutibles en la metamorfosis ambiental ,
irrumpiendo de paso con gran parte de esta con un hoyo en real estado
significante, esto afectando directamente sobre todos nuestros hijos al
sucumbir tras carecer de un aire natural
o con viveza. Sabemos que globalmente existen cuatro tipos de impactos
ambientales; el impacto ambiental a nivel mundial, el impacto por parte de la
guerra, sobre el medio social y sobre el sector productivo, sin embargo el
verdadero problema sobre la conciencia del impacto ambiental es que esta no ha
sido difundida del modo apropiado hacia las personas que en algún momento
podrán hacer un verdadero cambio, estamos entonces hablando de toda la
educación a nivel global. Esto es evidente ya que aunque existen
programas educativos para el cuidado del ambiente en cuanto a la clasificación
de basura ya sean de materiales orgánicos, inorgánicos, plásticos o demás, no
existe una clase formal académica en todas las escuelas públicas del
bachillerato dedicada a la ecología permitiéndonos saber que las principales
causas de la contaminación global son el bióxido de carbono y otros
contaminantes del aire que se acumulan en la atmósfera llegando a fortalecer
con el tiempo una capa cada vez más gruesa, atrapando las radiaciones solares
que se mantienen afectando el clima de la tierra hasta poder salir al
espacio y no como naturalmente sucedía
en otro tiempo. Es claramente propicio sin embargo que existan programas como
el EEPE (Enseñanza de la Ecología en el Patio de la Escuela) a través de los
países latinoamericanos ya que se enfocan en una acción constante, lo único que
busco sugerir con lo último es que las escuelas se comprometan a una enseñanza
de las causas y los cambios con mejor repercusión global.
¿Por qué? ¿Por qué demonios
hemos creado nuestra propia tumba? ¿Por qué hemos dejado de ver las antiguas sonrisas
del mundo, decayendo a un lugar alejado de la sustentabilidad en el peor estado
humano de mutua importancia?
De verdad hay que creer que
como respuesta uno recordará lo mencionado desde el planteamiento y que vivimos
en el transcurso de nuestros días como parte del hostil futuro al que temíamos.
La verdad concreta es que nada de lo dicho hoy en día sobre nuestro cuidado
ambiental es real, o al menos por ahora ya que parece ser que el planeta se
sigue por un cómodo hábito.
Ya que hipotéticamente sea
implementada la ecología a nivel estudiantil se deberá tomar en cuenta el
origen del deterioro ambiental, y para prohibir que esto se repita enfrentando
los principales problemas como los son el efecto invernadero por la acumulación
de gases tóxicos en la atmosfera, la tala excesiva de árboles como en nuestra
ciudad cuando se piensa en la construcción, al igual que la contaminación al
llenar ríos y lagos con basura humana. Estos
deben ser los medios de acción de todos nosotros.
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